Sin goles, Deportivo Municipal gritó en San Marcos su vuelta a la primera división.
El partido fue casi de ida y vuelta. Empezando el primer tiempo, al portero visitante se le escapó el balón, se agarró la cara y sus compañeros le mentaron la madre. El balón chocó en su palo izquierdo. San Marcos tuvo así la oportunidad de marcar su primer gol.
Municipal casi ni llegaba al arco rival. San Marcos era quien dominaba el partido, pero no podía llegar con ángulo claro para concretar. La pelota de disputó en la media cancha en casi todo el partido.
El equipo universitario una vez más no supo ganar de local, una racha que le sigue desde que empezó el campeonato. Irónicamente, gana de visitante y en altura.
Ya en el segundo tiempo, Municipal hacía lo que cualquier equipo en su condición haría: hora. Cambios, jugadores tendidos en la cacha, etc. Faltando poco para que terminara el encuentro, el comando técnico edil se acercaba más al grass. Ya querían celebrar.
Al sonido del pito, hinchada, jugadores y periodistas corrieron para captar el llanto edil, mientras que los policías vigilaban la tribuna. Fue una fiesta. Papelitos rotos volaban en el estadio sanmarquino, el grito de una hinchada que los siguió hasta el final, ahora lloran de alegría al ver que el equipo de sus amores volvió a primera.
Felicitaciones a Municipal. La venían luchando desde hace tiempo. San Marcos tendrá que ganar el siguiente partido para quedar segundo y llevarse aunque sea algo de dinero.
Para San Marcos era una ilusión; para Municipal, una posibilidad, que por suepesto aprovechó muy bien. Queda un partido por jugarse. San Marcos luchará por el honor.
Municipal casi ni llegaba al arco rival. San Marcos era quien dominaba el partido, pero no podía llegar con ángulo claro para concretar. La pelota de disputó en la media cancha en casi todo el partido.
El equipo universitario una vez más no supo ganar de local, una racha que le sigue desde que empezó el campeonato. Irónicamente, gana de visitante y en altura.
Ya en el segundo tiempo, Municipal hacía lo que cualquier equipo en su condición haría: hora. Cambios, jugadores tendidos en la cacha, etc. Faltando poco para que terminara el encuentro, el comando técnico edil se acercaba más al grass. Ya querían celebrar.
Al sonido del pito, hinchada, jugadores y periodistas corrieron para captar el llanto edil, mientras que los policías vigilaban la tribuna. Fue una fiesta. Papelitos rotos volaban en el estadio sanmarquino, el grito de una hinchada que los siguió hasta el final, ahora lloran de alegría al ver que el equipo de sus amores volvió a primera.
Felicitaciones a Municipal. La venían luchando desde hace tiempo. San Marcos tendrá que ganar el siguiente partido para quedar segundo y llevarse aunque sea algo de dinero.
Para San Marcos era una ilusión; para Municipal, una posibilidad, que por suepesto aprovechó muy bien. Queda un partido por jugarse. San Marcos luchará por el honor.
1 comentario:
q boten al 5, ese q parecia gay! jajaja que queda Echa Muni!!
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