viernes, 31 de agosto de 2007

La semifinal, el siguiente paso

Sub 17 peruana les ghanará

Mañana a las 05:00 nuestra selección peruana Sub 17 se enfrentará al equipo africano de Ghana. En estos momentos ya no puedo dormir, y hasta creo que voy a ver el partido que le antecede, el de España-Francia, porque probablemente jueguemos con uno de estos, si logramos derrotar a los negritos (que no se entienda esta palabra como racismo, es solo un cariño, no se pretende ofender a los hermanos africanos).


Estoy seguro que muchos piensan que este es el último partido de Perú en el Mundial. Yo me encuentro optimista, igual que ellos lo están. Los padres de esos chicos deben de estar más nerviciosos que nosotros. Los jugadores no creo que lo estén, porque si es así, la pasaremos mal.
Hay que luchar hasta el último segundo del partido, muchachos. No creo que lleguen a leer esta nota porque imaginmo que deben estar concentrados, o seguramente relajados, para el partido que se jugará dentro de un par de horas. Según marca mi reloj, faltan exactamente cinco horas para el encuentro.
Sí, debemos pensar que será un gran partido, que tenemos la posibilidad de ganara desde el primer minuto. Hay que ser optimistas, no dejar que nos venza su físico. Ustedes pueden ganarles. Debemos jugar al toque, como lo sabemos hacer, no dememos errar en los pases, si lo hacemos, uno de esos puede ser letal para nosotros. Hermoza debe asegurar su valla.


Es de noche, casi nadie está ya en la calle. Están esperando que den las 5. Máñana tendré que ir a mi clase. Espero que la profesora me comprenda si llego un poco tarde. Ojalá mi rostro no denote tristeza, sino todo lo contrario, que reboce de alegría. Llevaré la camiseta puesta durante el partido. Me sentiré un jugador más. Sufriré junto a ustedes, desde lejos. Debemos ganar chicos, nadie es invencible. Suerte.

jueves, 30 de agosto de 2007

Sub 17, objetivo sin límite

Mi sueño en sus pies

En lo que va del campeonato, nuestra selección Sub 17 ha demostrado que no tiene límite. Quieren el campeonato, la copa, pero no lo dicen, son silenciosos. Tayikistán tuvo a su favor la cancha. Están acostumbrados a jugar así; nosotros no. Éramos superiores desde el primer minuto hasta el final, pero solo pudimos alcanzar el triunfo desde los doce pasos, luego de jugarse 120 minutos de juego. Gracias Eder, gracias muchachos.

Particularmente, veo al equipo con mucha bronca. Presiento que ellos aún no demuestran todo su poderío. Tal vez con este último partido se hayan mostrado más agresivos, hasta puedo decir que quizá fue su mejor presentación en lo que va del torneo. Estoy seguro que contra Ghana dejarán su sangre en la cancha. Estoy seguro que ellos quieren llegar a la final y llevarse la copa, como yo lo soñé desde pequeño, sueño ahora que no está muy lejos de la realidad.

Algunos dicen que ellos ya demostraron que son capaces de cualquier cosa en el campo de juego y que esto ya es suficiente. Apuesto a que los chicos no están de acuerdo con esa afirmación y conformidad casi nacional. Sé que nos darán más alegría. Confío en ellos.

Cuando los veo jugar me pregunto por qué la selección de mayores no se entrega del mismo modo en cada encuentro oficial que tiene. A diferencia que estos, los menores casi aún no tienen un equipo donde jugar. Es más, cuando regresen Alan los llamará, les dará un premio, estarán recorriendo los estudios de televisión, visitarán al diario El Bocón por ser el único medio escrito qu confió en ellos, porque están allá con ellos, sufriendo, llorrando, riendo, menos mal, de alegría, satisfacción. Pero luego, no se sabe cuál serña el futuro de todos ellos.

La mayoría de ellos son de condición económicamente humilde. La gloria lo llevarán en el corazón y en la memoria, como nosotros, pero con menos intencidad que la de ellos. Esa es la gran pregunta, ¿qué será de ellos luego de terminado el campeonato mundial sub 17? Nadie sabe. Chicos, si alguna vez leen esta columna, les deseo la mejor de los éxitos y les doy las gracias por por toda la alegría que nos dieron, por entregarse en cada partido, por lucharla, por no tener miedo a nadie.

Ustedes están cumpliendo un sueño que yo nunca pude cumplir, algo que quise hacer cuando tenía 15 años y que hoy veo en sus pies, sus ojos, su furia, su garra, su inteligencia (porque hay que ser inteligente para jugar). Gracias por todo eso. Cuando veo a sus madres, pienso en la mía, cuando quiso meterne a la Alianza Lima cuando tenía 13 años, y veo en ellas también a mi madre, y siento que mi corazón se empuña y el nudo en mi garganta se hace irresistible. Ustedes saben qué sigue. Ahora ganemos a Ghana este sábado, sí podemos. Sean atrevidos, no tengan miedo, ¡cómanlos!