viernes, 25 de agosto de 2006

DEL CIRCO AL TEATRO GRIEGO. El día en que Víctor Andrés García Belaúnde mató a Valentín Paniagua


La crónica de un llanto

No sabía qué hacer. Víctor Andrés García Belaúnde mató por diez minutos al ex presidente Valentín Paniagua Corazao. No se sabe de dónde sacó la información, pero lo cierto es que luego de hacer el anuncio, él desapareció del congreso

Mientras que el gabinete Del Castillo se presentaba por primera vez en el pleno del Congreso para exponer su plan de trabajo para los próximos doces meses, Mercedes Cabanillas, presidenta del legislativo, casi llorando dice: “Señores de la representación parlamentaria (calla tres segundos y sigue), le sedo la palabra (se refería a ‘Vitocho’): “Señor Presidente —dirigiéndose a Jorge del Castillo— he sido informado que ha fallecido el Presidente Paniagua, de tal manera que me permito pedirle a usted permiso para retirarnos y si usted lo cree conveniente, un minuto de silencio a su figura”.




¡Oigan! ¡Quiénes viven con Andrés! ¡Quiénes son sus informantes! ¡Qué mal informado paras, 'Vitocho'! Esto fue un desastre. Cómo se atreve a decir “acabo de ser informado” de algo. Qué, ¿acaso no pudo llamar la mismo Solari para verificar la información? Fue demasiado infantil y de mal gusto.

Seguidamente, la Presidenta del Congreso pidió el minuto de silencio al parlamento por el trágico hecho, vaya que sí. Y terminó ella diciendo: “Gracias, señores congresistas. Que el espíritu y los principios de Valentín Paniagua nos iluminen a los demócratas. ¡Viva Valentín Paniagua! ¡Viva la democracia!

Claro, cuando él vio esto seguro que les estuvo muy agradecido, pero también seguramente decepcionado porque ellos no verificaban la información tenían. Luego, los parlamentarios aplaudieron eufóricos y tristes las vivas de Cabanillas.




Lo curioso del caso es que al parecer algunos ya tenían su discurso bajo la manga. Salió el rechoncho de Carlos Torres Caro a meter su floro con tal de no trabajar. “Yo solicito señora presidenta a la representación nacional, al señor primer ministro, que posterguemos esta sesión en homenaje al ex Presidente Constitucional de la Republica, porque realmente todos queremos rendirle homenaje a tan ilustre peruano…”.

Pero, sin duda, el discurso más llamativo fue el de Aldo Estrada Chepe, congresista de UPP. Tenía la voz de un borracho, pero no, quejándose de su mujer con sus amigos. En ese tono melancólico, pausado y enégico, dijo: “Acaba de fallecer uno de los políticos más íntegros, un demócrata, un ex presidente del país. Alguien que deja norma y una huella a seguir a lo largo de todo nuestra vida política”. Le tocaron el timbre.



Pero tuvo que salir el doctor Luis Solari de la Puente a corregir al circo: “Tengo que manifestar mi más enérgica protesta por esta desinformación del que ha sido presa la nación. El presidente Paniagua, como informara ayer, viene de una leve recuperación. En ningún momento (Valentín) ha tenido un evento extraordinario en el curso de la mañana”.

Luego, asustado, García Belaúnde se rectifiría: “Yo lamento mucho que esto haya sucedido, lamento mucho haber interrumpido la sesión. Pido las disculpas del caso al gabinete que se encuentra aquí presente”. Valentín estaba vivo, 'Vitocho'.


Así, toda la nación vio cómo nuestro nuevo congreso protagonizaba el trágico acto teatral que inició con el llanto leve de Mercedes Cabanillas. La noticia estremeció a todos, pero muchos no lo podían creer. La prensa informaba desconcertada. Pero sabía que la información tenía que salir de la misma clínica, y así fue. Valentín, señores, está más vivo que nosotros, está ‘vivito’ y ‘coleando’. Tenemos al ‘Chaparrón’ para rato. ¡Vamos Valentín!

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