Hoy, increíblemente, cuando todos esperanbamos la semana próxima centrarnos en la visita de los mandatarios que forman parte del APEC 2008, entre ellos el presidente norteamericano George Bush, Rómulio León, ex ministro de pesquería del primer gobierno aprista, se entregó a la justicia cuando apenas bajó de un taxi en la avenida Arenales, lugar donde se encuentran los juzgados anticorrupción.
El ministro del Interior, Remigio Hernani, aseguró esta tarde en una radio local que su entrega se debió al "buen trabajo que realizó la policía nacional". Esto, evidentemente, es una declaración muy jalada de los pelos. La gente no le cree y piensa que el otrora prófugo de la justicia habría hecho un arreglo con altos funcionarios del gobierno para implicarlos en el proceso que ahora debe seguir ante la justicia.
Ese pensamiento resulta algo creíble. 38 días se mantuvo prófugo de la justicia. ¿Qué hizo en todod ese tiempo? Su hijo dice que preparando su defensa. La población dice que negociando su entrega. Todo a cambio de qué. Nadie sabe. Pero pensemos mal por un momento. Si Rómulo León sabe que el presidente Alan García está gravemente implicado en el tema de corrupción, claro que el resultado sería vacar al gobernante por incapacidad moral. Y eso no quiere Alan. Claro, Alan sería seguro solo uno de los otros implicados. Entonces, se dice que "la rata" habría negociado para no hablar.
Hace unos instantes su hijo declaró lo siguiente: "Él se encuentra bien, está muy tranquilo y bien de salud". Dijo tamabién que en los próximos minutos será dirigido a la carceleta del poder judicial y que no sabia dónde estaba su padre. "Esperemos que la justicia haga bien su trabajo, confiamos que el juez Barreto".
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