Todo comenzó en el segundo partido que jugó nuestra selección. Bueno, a García nadie le perdonará por hacerse expulsar totamente, menos, apenas habiendo pasado 15 minutos del encuentro con Venezuela. El 2-0 fue por errores defensivos más que otra cosa. Tal vez por eso Uribe no haya considerado a Villalta ni a Acasiete para el choque con Bolivia. A esto se suma a evidente preferencia que tuvo el árbitro para con Venzuela. Las faltas no cobradas, el penal ignorado contra Pizarro, las tarjetas amarillas, etc. Nos ganó Venezuela, pero no jugando bien. Tuvo suerte y el apoyo del árbitro desde el comienzo del partido.
Con Bolivia Uribe planea replantear el equipo. Saca al mejor defensa (Acasiete), deja a un lado a Villalta y a Bazalar. Entra Mariño de titular, De la Haza por Bazalar y hace debutar a Ídmodes en un partido difícil para nosotros. Mal. La defensa era, literalmente, una mazamora. El mediocampo no existía. Los delanteros sobraban. ¿Cómo pretendía Uribe ganar el partido así? Nadie se explicaba. Pero Pizarro lo salvó, ya lo dijeron. Si no hubiese metido el segundo gol, el próximo DT iba a ser Oblitas, indudablemente. Pero te salvó ese gol, agónico.
Cuando empatamos a Bolivia todos se alegraron porque pasabamos a los cuartos de final. Pero la idea era otra. Si ustedes revisan el fixture, lo mejor para nosotros era quedra primeros para jugar en los cuartos de final con el segundo mejor tercero. Pero no. Uribe nos fregó al partido quedando segundo en la tabla y teníamos que enfrentar a Paraguay, Aregentina, Colombia o EE. UU. porque el segundo del Grupo A se enfrentaba con el primero del Grupo C.
Argentina le ganó a Paraguay, en un partido que sabíamos que iba a ser difícil para cualquiera, porque, siendo realistas, Estados Unidos y Colombia estaban en nada. Así que entre ellos dos recién íbamos a porder ver cómo están realmente. Y sí que son duros equipos. Los dos son favoritos para llevarse la copa, uno más que el otro, claro.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario